¿SOY BIPOLAR?

Aclaremos esto, cuántas personas me preguntan si son bipolares o directamente lo afirman. Hay mucho desconocimiento y se banaliza mucho sobre ello y es un problema muy grave.

No se es bipolar, sino que se sufre un trastorno bipolar.
NO ES: Las simples o frecuentes fluctuaciones del ánimo
NO ES: Pasar de estar bien a estar mal, o a la inversa, a lo largo del día
NO ES: Un cambio radical de emociones o ideas
NO ES: Estar muy contento o estar muy triste y no tener punto medio, ser muy emocional

Este trastorno mental radica en (conditio sine qua non) los síntomas de manía o hipomanía. Es decir, que no es obligado para su diagnóstico que la persona experimente depresión. Por lo tanto, no se basa en dos polos (alegre y triste), como su nombre parece indicar. Aunque quienes lo sufren pueden experimentar esos dos polos de depresión y manía, solo con haber sufrido de manía o hipomanía ya se considera bipolar.

Otra confusión que existe es sobre el término manía. Esto no es como ser maníatico o tener manías, que es lo que sufren los pacientes obsesivos. La manía dentro del trastorno bipolar se refiere al ánimo anormal y persistentemente elevado, expansivo o irritable.

MANÍA: Si dura al menos 1 semana y es lo suficientemente grave para alterar la vida de la persona, sus rutinas, sus relaciones o necesitar hospitalización o tiene síntomas psicóticos.

HIPOMANÍA: Si dura al menos 4 días pero no implica gravedad ni hospitalización ni síntomas psicóticos.

Además, del ánimo exaltado, eufórico, debe tener otros síntomas como: autoestima exagerada, grandiosidad, no necesitar dormir, comprar de forma irrefrenable y sin sentido, indiscreciones sexuales, muy hablador, pensamiento acelerado, se distrae fácilmente…

Aunque alguien se pueda sentir identificado con todo esto, solamente un profesional de la salud mental es quien debe hacer el diagnóstico. Si crees que lo sufres, busca ayuda.